Es un placer para los que conformamos el equipo de Tenebra Film Fest compartir con nuestros amig@s el acabado en escultura de la que será la presea "La Llorona de Plata" para las categorÃas ganadoras de la misma. La pieza fue realizada por la diseñadora Brenda RamÃrez y el escultor es Alfredo Olguin quien ha realizado efectos especiales para cortos y largometrajes por más de 6 años, agradeciendo a Emmanuel Ortega director del colectivo Magia Prieta quienes lo hicieron posible para esta 2da edición.
Además, todas las historias y conclusiones que han surgido acerca de quién pudo haber sido en vida esa ánima en pena que nos aterroriza, la hacen un personaje por demás enigmático.
LA LAYENDA DE LA LLORONA
La leyenda de la llorona es en escencia conocida por todos, sin embargo, también existen muchas versiones teniendo en común solo el hecho de que su grito es por sus hijos.
La historia más conocida nos cuenta acerca de una mujer mestiza o en algunos casos indÃgena que estaba perdidamente enamorada de uno de los españoles que llegaron a colonizar, eso obviamente no estaba bien visto, por lo que su comunidad y su familia le dieron la espalda dejándola sola con la idea de irse con su amado. Fruto de dicho amor nacieron 3 bellos hijos que amaba con el alma, sin embargo, su querido siempre se mostraba esquivo al ante el tema de formalizar su relación e incluso se ausentaba de su lado, por lo que tarde y temprano la mujer se dio cuenta de que el hombre que tanto amaba ya estaba casado con otra mujer de la alta sociedad española, por lo que dio por terminada su relación con la mestiza, olvidándose también de sus hijos.
Consumida por el dolor de su corazón roto toma a sus hijos y los ahoga en el rÃo. Una vez sola, la culpa y el dolor de lo que habÃa hecho la consumió, le parecÃa insoportable, asà que, se quitó la vida, no obstante, el descanso no llegó para ella, razón por la que vaga especialmente por donde hay rÃos, lagos y arroyos lamentándose por sus adorados hijos.
En muchos pueblos de México solÃa haber una especie de toque de queda para evitar ver a la llorona, la gente se recluÃa en sus casas temerosas del ánima en pena, evitando siquiera asomarse por la ventana, ya que se decÃa que su figura esquelética podÃa posarse frente a la ventana y preguntar dónde estaban sus hijos con terribles alaridos de dolor.
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